Un niño duranguense de 13 años que visitaba el parque de atracciones Xenses en Playa del Carmen con su familia ha muerto después de que su pierna fuera succionada por un sistema de filtración de agua expuesto el sábado.
Las autoridades dieron a conocer información sobre el incidente el miércoles, el mismo día en que el padre del niño hizo públicos los detalles del caso, acusando a las autoridades estatales de intentar proteger a los propietarios del parque de atracciones, el Grupo Xcaret, de la responsabilidad.
El padre, Miguel Luna-Calvo, cardiólogo, también declaró a los medios de comunicación que los socorristas del parque y el personal médico del hospital Amerimed de Playa del Carmen fueron negligentes e incompetentes al tratar a su hijo.
Aunque los esfuerzos por liberar al joven fueron finalmente exitosos, en ese momento estaba inconsciente y su pierna había sido gravemente herida por el sistema de filtración, según Luna-Calvo, quien dijo que le dio a su hijo primeros auxilios de emergencia mientras esperaba a los paramédicos. El chico fue trasladado a un hospital privado de Playa del Carmen, donde un día después murió por complicaciones pulmonares, según su padre.
Luna-Calvo ha acusado a las autoridades estatales de intentar presionarle para que firme una exención de responsabilidad que exime al Grupo Xcaret de su responsabilidad en el incidente. Dijo que las autoridades estatales no entregaron el cuerpo de su hijo a la familia hasta que firmó la exención y que lo hicieron esperar seis horas en la Procuraduría General de Justicia de Quintana Roo para tratar de presentar una denuncia.
Al final, dijo, el certificado de defunción de su hijo recoge la causa de su muerte como ahogamiento y que no está siendo investigado por las autoridades como un homicidio.
Mi hijo murió por una negligencia del parque. Si no lo hacemos público, este [tipo de cosas] van a seguir ocurriendo, dijo.
Funcionarios de justicia de Quintana Roo aclararon el jueves que la muerte se investiga como homicidio involuntario.
Queremos manifestar nuestra total voluntad de colaborar con las autoridades competentes para depurar las responsabilidades que correspondan, dijo.
En cuanto al tratamiento médico de Leonardo, Luna-Calvo dijo que sus propios esfuerzos por salvar a su hijo se vieron obstaculizados en repetidas ocasiones.
Mientras la ambulancia estaba de camino, le hice la respiración boca a boca, dijo. Minutos después, la ambulancia llegó sin oxígeno. El personal no tenía ni idea de lo que eran los primeros auxilios. Desde allí, llegamos al hospital Amerimed. Mi hijo necesitaba un catéter y no se lo dieron. Me ofrecí como cardiólogo para ponérselo yo mismo, es mi especialidad, soy experto en eso, y no me dejaron.
Luna-Calvo dijo que posteriormente no se le permitió pagar la factura del hospital, lo que cree que fue un intento de silenciarlo.
La familia estaba visitando el parque natural como parte de unas vacaciones de Semana Santa que, según el padre del niño, eran también una celebración familiar por haber superado un brote de Covid.
En una publicación de Twitter, Luna-Calvo dijo que aunque es cardiólogo, nunca se vacunó contra el Covid-19 y que miembros de la familia habían contraído la enfermedad.
Toda mi familia viajaba como un regalo para mis hijos por su valentía, dijo.