El ejército ha ofrecido una indemnización de 1 millón de pesos (48.900 dólares) a la familia de un guatemalteco que murió por los disparos de un soldado mexicano en un remoto tramo de la frontera sur de México el lunes, según la hermana de la víctima.
Según el ministro de Defensa, Luis Cresencio Sandoval, el soldado disparó contra el vehículo cuando éste intentaba escapar en reversa de un retén militar. Dijo que la decisión de disparar fue una reacción errónea porque el personal militar no había sido atacado.
Lo que queremos es un mantenimiento mensual, pero dicen que sólo darán [un único pago de] aproximadamente medio millón de quetzales, dijo Mazariegos.
(Al tipo de cambio actual, 1 millón de pesos es en realidad 377.300 quetzales).
La hermana del hombre asesinado dijo que el pago propuesto por el ejército será insuficiente para que la viuda del hombre pueda mantener a su familia.
Se queda sola con sus tres hijos; lo que le pasó a mi hermano no es justo, dijo, y añadió que era insultante que el ejército dijera que su vida valía un millón de pesos.
Mazariegos dijo que su hermano viajaba a México con frecuencia en su trabajo como camionero, y añadió que también cruzaba regularmente la frontera para ir de compras. Sin embargo, cuando fue asesinado sólo iba a dar un paseo en el coche de su jefe, dijo.
Su cuerpo ha sido devuelto a Guatemala tras ser sometido a una autopsia en Chiapas -las autoridades del estado sureño dijeron que había recibido disparos en el cuello y el pecho-, pero hasta el martes por la noche no había sido enterrado.
Mazariegos dijo que la familia no ha recibido ninguna ayuda financiera de las autoridades de Guatemala, pero que los habitantes de Tacaná han proporcionado apoyo monetario.
El soldado que disparó a Elvin Mazariegos fue entregado a la Procuraduría General de la República, dijo Sandoval el martes. Otros quince soldados desplegados en la frontera sur de Chiapas fueron retenidos el lunes por un grupo de unos 300 fronterizos enfurecidos, entre ellos guatemaltecos.
Nueve soldados fueron liberados unas tres horas después de su detención, dijo Sandoval, mientras que los demás fueron puestos en libertad en la madrugada del martes después de que las autoridades mexicanas llegaran a un acuerdo con los civiles para ofrecerles una reparación económica por la matanza. El jefe del ejército no reveló cuánto dinero se pagó a los indignados.
El asesinato de Mazariegos se produjo sólo dos días después de la muerte de una mujer salvadoreña.