Los habitantes de Cambalache no quieren que el gobernador de Bolívar, Francisco Rangel Gómez y el alcalde de Caroní, José Ramón López opinen sobre el botadero de basura sólo a través de notas de prensa y apariciones en sus medios de comunicación.
Este miércoles cumplieron 6 días de protesta, reiterando la petición de su presencia en el botadero, hoy adobada con la advertencia de radicalizar la manifestación.
“La realidad le explotó a Francisco Rangel Gómez y José Ramón López”, dice el concejal de Caroní, José Prat, en relación a la improvisación respecto a la clausura del vertedero de Cambalache, y el deficiente servicio en materia de recolección de desechos sólidos, evidenciado en las constantes denuncias de los ciudadanos. Entre las denuncias efectuadas mediante las redes sociales, los vecinos manifiestan la improvisación de las descargas de basuras en terrenos baldíos de distintos puntos del estado.
Tras la clausura del vertedero de Ciudad Guayana, Cambalache; principal foco de contaminación de la ciudad; una promesa que se concretó luego de 17 meses, pero a medias. El pasado domingo en la mañana el gobernador del dicho estado Francisco Rangel Gómez, anunció el saneamiento y clausura del botador de basura.
El gobernador, sin embargo, no precisó el tiempo que tomará el saneamiento y clausura del polémico botadero. Mientras, los habitantes de Cambalache permanecen apostados en el elevado, entrando al sector, ejerciendo “contraloría social” a la espera de la instalación de estos puntos de control que impidan el paso de camiones de basura.
Por otra parte, los trabajadores del vertedero protestaron el fin de semana pues, con su clausura, quedarían desempleados. El gobernador habló de una “distorsión en Cambalache” donde “opera un comercio que no debería existir. Aquí no se trata del negocio de la gente. La comunidad organizada está pidiendo el cierre”, dijo, sin hacer referencia los trabajadores que reclaman acuerdos con el Estado.
“Sanear un vertedero no es así tan sencillo”, así lo destacó el licenciado en biología, con varias especializaciones en materia ambiental, Luis Guzmán recalcando la necesidad de implementar una serie de acciones como “evacuación de gases, sacar los lixiviados, es un proyecto complejo que no se hace de la noche a la mañana”. Una complejidad similar demanda la habilitación de un nuevo relleno sanitario.