(A Todo Momento) — Con motivo de sus dos años en el poder, el Gobierno socialista de Portugal organizó una controvertida iniciativa: 50 ciudadanos recibieron 200 euros en la Universidad de Aveiro por hacerle preguntas al primer ministro António Costa. ABC.
No está suficientemente claro si se les pagó en efectivo o en vales de compras, pero la empresa Aximage organizó la sesión con semejante encargo.
Y todo para ofrecer una imagen amable de este Portugal de la ‘geringonça’, palabra que equivale a “artilugio” y que designa al Ejecutivo exclusivamente socialista, pero sustentado en sus acuerdos puntuales con la izquierda radical (comunistas y Bloco de Esquerda).
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Solo así pudo tener éxito la moción de censura que derribó a Pedro Passos Coelho en noviembre de 2015, pues los votos de los tres partidos acabaron con la mayoría no absoluta de los conservadores.
45.202 euros ha gastado el Ejecutivo en montar un acto de celebración de este calibre, con olor a ‘performance’ e invitación a hotel y alimentos incluida.
Los ciudadanos fueron seleccionados de forma “aleatoria”, en virtud de la “neutralidad” que se le atribuye a Aximage, cuyo contrato se refiere a “los servicios de reclutamiento de participantes para integrar un estudio cuantitativo y una sesión pública en el ámbito del segundo año en funciones del XXI Gobierno constitucional” desde el estallido de la Revolución de los Claveles en abril de 1974.
El Gobierno socialista cumple así una de las medidas de su “plan para mejorar la calidad de la democracia» y «verifica las promesas presentes en su programa”.
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Sin embargo, la controversia no ha hecho más que encenderse entre la oposición. Los conservadores califican esta “ocurrencia” como “inmoral e inaceptable”, tanto en boca de Passos Coelho, todavía líder del PSD pero en la cuenta atrás para su retirada, como de Pedro Santana Lopes, el renacido exprimer ministro que se perfila como el hombre fuerte en la carrera por suceder al anterior.
El caso es que las protestas de los portugueses no dejan de extenderse a través de las redes sociales, con opiniones que arremeten contra el dispendio de esos 45.000 euros para poner en pie una escenificación a mayor gloria de António Costa y de sus ministros de Salud (Adalberto Campos) o Educación (Tiago Brandao).