Es uno de los miembros fundadores de Al Qaeda, cambió de bando en 1998, convirtiéndose en espía para los servicios de seguridad e inteligencia de Reino Unido, ¿Su nombre? Aimen Dean.
Se crió en Arabia Saudita, país que se oponía férreamente a la ocupación soviética de Afganistán en 1980 y donde, por consiguiente, la yihad militar era considerada un concepto “noble” en ese momento. Durante sus años de adolescente, Yugoslavia se disuelve y los musulmanes bosnios enfrentaron la amenaza de los nacionalistas serbios.
Fue entonces cuando él y un amigo suyo, Jalid al Hajj, tomaron la decisión de convertirse en muyahidines (morir por la causa de Allah) o combatientes islamistas.
“De repente me encontré en las montañas de Bosnia con un fusil AK-47, con una inmensa sensación de empoderamiento. Sentía que estaba participando en la escritura de la historia, en lugar de viéndola desde un costado”. Señaló Aimen Dean en una entrevista.
Cuando culminaba el conflicto Bosnio, comenzó a notar algo diferente entre sus compañeros. Aquellos que lograron sobrevivir, adoptaron una conducta más antioccidental y antiglobalización, consideraban que la comunidad internacional estaba conspirando contra los musulmanes en Bosnia.
Más tarde, Fue invitado a Kandahar, la segunda ciudad más grande de Afganistán, básicamente para mostrar lealtad a la causa rebelde. Según cuenta: “Osama bin Laden se solía reunir uno por uno con todos los que mostraban lealtad. Así que me dio la bienvenida y me dijo que habría muchos, muchísmos años difíciles y duros y que la causa de la yihad no empezó ni acabaría con él.
Se encontraba en un campo de entrenamiento en Afganistán cuando se efectuaron los atentados en las embajadas de Estados Unidos en Nairobi, Kenia y Tanzania, en 1998. “Me preocupé al saber que, además de las 12 víctimas estadounidenses, resultaron heridas unas 240 personas”, dijo Dean.
Fue cuando me pregunté “¿cuál será el siguiente objetivo? ¿Argentina, Sudáfrica, Mozambique? ¿Vamos a combatir a los estadounidenses en África con el fin de expulsarlos de Oriente Medio, de la Península Arábiga?“. Simplemente no tenía sentido, comenzaba a crecer la “duda”
Superada su etapa de adolescente, y profundamente preocupado, Dean dijo que se marchaba al golfo para un tratamiento médico, pero la verdad era que ya había decidido no regresar. Entonces, se encontró con el M16, y en solo 11 días ya se había convertido. Aimen recuerda que “fueron siete meses de interrogatorios, en los cuales ayudó al Reino Unido a tener una mejor idea de cómo funcionan estas organizaciones y de la gente influyente dentro de ellas” En adelante, comenzó su trabajo como espía para Reino Unido.
Con información BBC Mundo-