(A Todo Momento) — Este martes el régimen de Bashar al Assad lanzó ofensiva militar contra sectores rebeldes de la ciudad de Deraa, a una semana de las operaciones en el sur del país que el autócrata planea reconquistar. Infobae
Desde hace días, activistas de oposición reportan que el gobierno del dictador Bashar Assad ha enviado algunas de sus unidades de élite al sur, incluidas la Guardia Republicana y la fuerza Tigre comandada por el general de brigada Suheil al-Hassan, ampliamente conocido como Nimr, que en árabe significa tigre.
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El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, y Osama Hourani, activista de oposición que vive en Daraa, dijeron que Estados Unidos ha informado a organizaciones rebeldes del sur de Siria que no intervendrá en operaciones para defenderlos contra la actual ofensiva del gobierno respaldada por bombardeos rusos.
Washington no comentó de inmediato sobre el asunto pero, de ser cierto, sería un cambio radical con relación a lo que ha dicho antes.
Estados Unidos advirtió el mes pasado que tomaría medidas firmes y apropiadas para proteger un cese del fuego en el sur de Siria si las fuerzas del gobierno atacaban a los rebeldes allí. La región también ha sido una fuente de fuertes tensiones entre Irán e Israel en los últimos meses, que se saldaron con el retiro parcial de tropas de Teherán de la zona.
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“Está claro que desde ayer los rusos y el régimen han recibido luz verde para retomar el control de Houran”, dijo Hourani, refiriéndose a la región que incluye a Daraa, la región de Quneitra, cerca de allí, y partes de la provincia de Sweida. “La prueba está en que, después de que los rebeldes recibieron el mensaje [estadounidense], cazas rusos se unieron a la batalla”.
Además de su importancia estratégica, Daraa tiene un fuerte carga simbólica porque se trata de una de las primeras localidades en levantarse en 2011 contra el régimen sirio, dando inicio a una guerra civil que lleva ya siete años, cientos de miles de muertos y millones de refugiados.
En especial se recuerda a Hamza Ali Al-Khateeb, un niño de 13 años que fue torturado y asesinado por tropas del régimen y cuya muerte en mayo de 2011 fue un punto de quiebre en el conflicto.
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