(A Todo Momento) — Nadie ha quedado ajeno en Bolivia al desastre ambiental que se agravó esta semana por la quema en todo el territorio nacional de casi 1 millón de hectáreas, que incluyen áreas boscosas y amenazan el parque Noel Kempff, el valle de Tucabaca, el Bosque Seco Chiquitano y una parte del Pantanal, considerados pulmones de la humanidad.
Por Tuffí Aré Vásquez | Infobae
Desde los clubes de fútbol hasta la Iglesia católica boliviana han comenzado cruzadas por la solidaridad con las zonas afectadas. Pese a las movilizaciones de ambientalistas que reclaman a Evo Morales la declaratoria de “desastre nacional” para liberar recursos y recibir ayuda internacional, hasta este viernes en la mañana no se había tomado esa determinación, aunque fuentes del Gobierno adelantaron que se la considerará en esta misma jornada.
Una ligera lluvia en algunas de las áreas afectadas, como San Ignacio de Velasco y San Rafael, además del arribo esta madrugada y el inicio de las operaciones del gigante avión Supertanker generaron un alivio en la población agobiada por los incendios forestales, aunque el fuego sigue imparable en varios lugares.
No cesan tampoco las críticas a Evo Morales en la recta final de la campaña electoral, a quienes algunos líderes ambientalistas, cívicos, indígenas y políticos le atribuyen una reacción tardía y haber acordado el aumento de la frontera agrícola con productores, lo que incluyó aprobar hace un mes quemas controladas en el oriente boliviano.
Además se lo acusa de promover en la zona del desastre ambiental asentamientos de colonos afines a su partido, que son señalados de provocar el fuego.
La plataforma ciudadana por el Medio Ambiente y la Vida presentó a la Administradora de Bosques y Tierras (ABT) un documento petitorio en el que demanda declarar como tierras de inmovilización las áreas de bosques incendiadas, además de un plan de restauración forestal. Los ecologistas solicitan revocar las autorizaciones de quemas y desmontes en las zonas dañadas e identificar a los responsables para abrirles un juicio.
En medio de los cuestionamientos, el miércoles el presidente Morales anunció la conformación de un “gabinete ambiental”con cinco ministros que se trasladaron a Roboré, epicentro de los incendios, para comandar las acciones de emergencia, en las que participan tres helicópteros y más de 1.000 funcionarios, entre bomberos, policías y personal de las FFAA. Hay también médicos para asistir a los afectados por el humo.
El ministro de Hacienda, Luis Arce, confirmó la contratación del Supertanker con recursos del Tesoro General de la Nación, pero no quiso precisar el monto. “Hemos dado un adelanto y el cobro es por días y horas. Este es un desastre provocado por el cambio climático“, dijo la autoridad.
Entre tanto, el vicepresidente Álvaro García Linera informó del pago de un anticipo de 800 mil dólares de garantía y dijo que el costo del servicio del avión estadounidense llegaría a 16.000 dólares por vuelo.
Este viernes en la mañana, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, afirmó que las primeras acciones con el Supertanker se harán en la comunidad de Taperas, que está a 318 al sureste de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. “Se están enviando las coordenadas al aeropuerto de Viru Viru, donde aterrizó el Boeing 747, para que el personal encargado de las operaciones diseñe el plan de vuelo.
La Administradora de Bosques y Tierras (ABT) informó de que en todo el territorio nacional se quemaron hasta ahora 953.917 hectáreas. De esa superficie, los incendios forestales arrasaron 774.711 hectáreas de bosques y pasturas en 35 comunidades de 11 municipios de la Chiquitania, a casi un mes del inicio del desastre. Ocho familias perdieron sus viviendas y hay 1.917 personas afectadas por el fuego. Los productores ganaderos calculan pérdidas por un valor de 5 millones de dólares. Hay estancias enteras que fueron arrasadas.
En los bosques afectados existen más de 500 especies de animales, según los ambientalistas. Los profesionales forestales dijeron que se tardarán 200 años en recuperar el terreno y los recursos naturales.
El director de la ABT, Cliver Rocha, considera que en años anteriores hubo quemas que superaron el millón de hectáreas. Confirmó que a raíz de los recientes incendios hubo dos personas detenidas, pero existen responsabilidades colectivas y no alcanzaría un estadio de fútbol para albergar a todos los que sean aprehendidos por la práctica de los chaqueos, que es parte de la cultura y del modelo productivo agropecuario de Bolivia, por lo que se deben consensuar soluciones entre todos.