Estos pasos te ayudaran a dormir de forma cómoda sin pensar en el calor si en tu habitación no hay aire acondicionado
Redacción A Todo Momento | Para muchos el calor les causa molestia al momento de ir a la cama y en ocasiones cambia su estado de animo de forma repentina, es por ello que mochos optan por implantar en sus dormitorios aires acondicionados y en casos algunos electrodomésticos que ayuden a normalizar la temperatura.
En consecuencia les mostraremos algunos trucos que podrás utilizar si presentas este caso
Primer truco: nada de duchas frías antes de meterse en la cama
Es el drama de todos los veranos: temperaturas desatadas, camas que parecen parrillas y noches eternas con bien de sudor, bochorno e insomnio.
Según la Asociación Española del Sueño, la habitación en la que dormimos debería estar entre 18 y 20 grados. Pero en España, solo el 35,5% de las casas tiene aire acondicionado (informa el INE). Si no es del tercio afortunado, no se venga abajo. Con un poco de ingenio, se las puede apañar sin tener que instalar una hamaca en el comedor, dormir con la puerta del congelador abierta o mudarse en casa de un amigo con aire y piscina. Estos trucos que le proponemos son más simples… Y eficaces.
2. Para cenar, gazpacho
Con estas temperaturas, encender el horno no es ningún planazo. Pero además, las comidas copiosas que se consumen en caliente (sopas, estofados y derivados) obligan al cuerpo a producir más calor para digerirlas. Si tiene un antojo de pizza, mejor fuera de casa. Y valore otras opciones como el gazpacho, “muy ligero, fresco y con un 90% de agua, por lo que consumirlo a diario en verano ayuda a calmar la sed”, contaba a BUENAVIDA Elisa Blázquez, nutricionista de la Clínica Medicina Integrativa (Madrid).
3. Las sábanas, de algodón
Los tejidos hechos con materiales naturales son los más transpirables, así que si todas sus sábanas son de poliéster, invierta en un juego fino de algodón o lino (aunque este último se arruga un poco más). Hay quien se atreve a meter la ropa de cama en la nevera o en el congelador, para que esté fresca en el momento de ir a dormir. (No podemos confirmar si realmente funciona, pero si decide probarlo, hágalo dentro de una bolsa de plástico… ¿No?).
4. El pijama, dos tallas más grande
Pase de modas y elija la ropa de cama más cómoda. Priorice los tejidos naturales, y los modelos anchos que no le aprieten y no se le queden pegados a la piel. Lo recomienda el Centro de Prevención y Control de Enfermedades de EE UU. ¿Y hacerlo sin ropa? Algunos estudios, como el de la Asociación de Algodoneros Estadounidenses (Cotton USA), sugieren que dormir desnudos nos hace más felices en nuestra relación de pareja…
5. De día, todo cerrado
De poco sirven todos estos consejos si durante el día deja las persianas subidas, permitiendo que se cuelen los generosos grados de la calle. Y ya de noche, hay otras opciones más creativas, como poner sábanas mojadas en la ventana para bajar la temperatura global de la habitación, o colocar un ventilador dirigido hacia el exterior, para impedir que entre el bochorno.
6. Los pies, fuera
Los diez dedos de los pies son especialmente sensibles, porque tienen muchas terminaciones nerviosas. Antes de dormir, pueden ponerse en remojo (¡nada de agua helada!). Y durante la noche, estará más fresco si no los esconde debajo de las sábanas.
7. Delante del ventilador, hielo
La técnica es muy rudimentaria, pero quienes lo han probado aseguran que funciona, porque el aire que llega es más fresco. Aunque es probable que el hielo no aguante toda la noche sin derretirse. Y si tiene ventilador de techo, lea bien las instrucciones. Si lo utiliza en el sentido contrario a las agujas del reloj, evitará que el aire caliente que se acumula en la zona superior de la habitación baje a la cama.
8. Las pasiones de sed, controladas
El cuerpo utiliza agua para evacuar calor, así que antes de dormir, bébase al menos un vaso. Y no está de más dejar provisiones en la mesita de noche. Si se despierta a mitad de la noche con un ataque de sed, el viaje a la nevera no será una excusa para seguir hidratándose.
9. El portátil, lejos de la cama
Habrá leído por activa y por pasiva que los expertos del sueño recomiendan evitar mirar pantallas antes de ir a dormir. Pero hay un motivo incluso más básico: el ordenador se calienta, y ponérselo encima o cerca puede ser una pesadilla en noches de canícula. Si no puede acostarse sin ver su serie favorita, aleje al menos la pantalla.
10. Las pulsaciones, más bajas
Una simple técnica para ir a dormir más relajados es aplicar frío en zonas estratégicas para reducir el pulso, como muñecas, cuello, codos, tobillos o detrás de las rodillas. Las bolsas de agua caliente también se pueden utilizar en verano… Con agua fría o helada.
Con información El País