La Junta Patriótica Estudiantil y Popular condena de la manera más enérgica la intervención de los cancilleres de la Unasur en nuestro país, en su intención de plantear el diálogo entre el PSUV y la MUD como mecanismo de solución al grave conflicto que vive Venezuela. Este rechazo es justo y legítimo por los siguientes motivos:
1. En el anuncio antes de llegar a Venezuela, Unasur omite consciente y deliberadamente los delitos de lesa humanidad que viene cometiendo el régimen de Nicolás Maduro desde el pasado 12 de febrero, al utilizar a grupos paramilitares oficialistas y a los cuerpos de seguridad para asesinar, torturar y detener ilegalmente a estudiantes pacíficos, que ejercen su legítimo derecho a la protesta. Unasur no puede alegar ignorancia, porque estos crímenes están plenamente documentados y difundidos por las redes sociales y por los medios de comunicación internacionales.
2. La postura de Unasur es evidentemente parcializada y a propósito engañosa. Prueba de ello es que ellos manifiestan su “enérgico rechazo a los recientes actos de violencia”, sin precisar que dicha violencia proviene única y exclusivamente del régimen de Maduro. Además, Unasur dice rechazar “cualquier amenaza a la independencia y soberanía de Venezuela”, sin indicar que existe una insultante y abyecta injerencia por parte del régimen cubano de los Castro. Esta frase pareciera más bien un escudo para impedir que el régimen venezolano sea condenado internacionalmente por los crímenes que está cometiendo.
3. Contrasta la vergonzosa declaración de Unasur con el anuncio hecho por un importante grupo de parlamentarios latinoamericanos, respecto a que “acusarán a Nicolás Maduro por crímenes de lesa humanidad ante la Corte Penal Internacional de La Haya, por la represión cruel e inhumana ejercida desde el pasado 12 de febrero”.
4. En abril de 2013, en vista de las denuncias de fraude, Unasur se comprometió públicamente a promover una auditoría de las pasadas elecciones presidenciales venezolanas. Todavía estamos esperando a que Unasur cumpla con lo estipulado. Como es sabido, la ilegitimidad de Maduro y el fraude electoral constituyen causas principales de las protestas en Venezuela. La actitud irresponsable de Unasur, al no cumplir con el compromiso adquirido, convalidó el fraude electoral, y por consiguiente contribuyó a crear la crisis que hoy vive Venezuela.
5. Muchos de los gobiernos pertenecientes a Unasur, y muy particularmente los miembros del Alba, comparten con el régimen venezolano el mismo proyecto ideológico y/o se benefician de jugosos acuerdos económicos, o incluso de dádivas ilegales. Por tanto, Unasur no constituye una instancia imparcial que pueda mediar en nuestro conflicto.
6. Es público y notorio que Unasur es simplemente un “club de presidentes”, cuyo objetivo es defender a los gobiernos y no los intereses de los pueblos. El único objetivo de la supuesta mediación de Unasur es mantener a Maduro en el poder, y así seguir aprovechándose de nuestros petrodólares.
7. Ratificamos los objetivos de la protesta popular venezolana del Manifiesto de Mérida, así como la solución que allí planteamos a este conflicto.
8. Agradecemos la solidaridad de los pueblos Americanos con el pueblo venezolano y rechazamos la complicidad de los Gobiernos con el régimen de Maduro.
Finalmente, expresamos a los cancilleres de Unasur que esta crisis no finalizará hasta que se cambie el sistema político desde la raíz, que comienza con la dimisión de todos los poderes del Estado, así como el cese de la ocupación cubana en nuestro territorio. Si Unasur está tan interesada en defender nuestra Soberanía, como dicen en sus declaraciónes, le exigimos que no se meta en nuestros asuntos internos, y que se abstenga de opinar o de mediar en la crisis venezolana.