Atónitos. Así quedaron los aficionados del Chelsea FC que asistieron a Stamford Bridge para ver jugar a su equipo contra el Atlético de Madrid, por la vuelta de las semifinales de la UEFA Champions League. Los dirigidos por Diego Simeone dieron la campanada en Londres al vencer (1-3) a los de José Mourinho para clasificarse así a la gran final de Lisboa, donde enfrentarán a su vecino y archirrival, Real Madrid.
Con un primer tiempo de mucho estudio, tal como lo fueron los más de 90 minutos de la ida en el Vicente Calderón, ambos conjuntos respetaron al máximo el rigor táctico impuesto por sus entrenadores, pero a la vez buscaban el gol que rompiera el celofán en la eliminatoria. El encargado de hacerlo fue nada más y nada menos que Fernando Torres, un ídolo “colchonero” que se unió a la extensa lista mundial de los que cumplen la denominada “Ley del Ex”. No lo celebró por respeto, pero después de semejante golpe, el respeto entre ambos ya no existía.
Justo antes del descanso apareció Adrián -sorpresivamente titular en lugar de Raúl García- para empatar las acciones y dar la primera estocada a los “blues”.
Ya en el complemento, Mourinho introdujo a un veterano de mil batallas para destrabar el partido y marcar otro tanto que le diera la clasificación, pues el empate no le servía dado el doble valor del gol visitante. Rápidamente Samuel Eto’o fue protagonista en el área, pero no en la rival, sino en la de su propio equipo, derribando a Diego Costa y generando una pena máxima que el mismo brasileño naturalizado español se encargó de convertir en gol. 1-2, y los coloridos fanáticos rojiblancos dejaron de ver el sueño como un sueño, para creérselo una realidad, tal como se lo hizo creer el “Cholo” a sus jugadores.
“Con el cuchillo entre los dientes”, como es la premisa de todos los equipos que dirige el argentino, el batallón español se metió atrás, sabiendo que los locales pondrían toda la carne en el asador. Así fue, pero el travesaño y François Courtois -ficha del Chelsea, para colmo de males- impidieron que el marcador siquiera se igualara.
Al 73′, con los londinenses encimados sobre su rival, pasó lo que dicta otra máxima del fútbol: “el que no hace, le hacen”. Arda Turan, curiosamente añadido a la lista de posibles fichajes del Chelsea para la próxima temporada, aprovechó un rebote tras un cabezazo de Juanfrán para acabar con cualquier ápice de esperanza que tuvieran los británicos.
De esta manera, Atlético de Madrid volverá a jugar una final de Champions. La última vez, fue hace 40 años, ante Bayern Múnich, y la perdieron. Esta vez enfrentarán a su enemigo más cercano, el Real Madrid, escuadra que ya ha enfrentado cuatro veces esta temporada -una victoria (Liga), un empate (Liga) y dos derrotas (Copa del Rey)-, y al cual buscarán derrotar en el Estádio da Luz, Lisboa, el próximo sábado 24 de mayo.
La última vez que dos españoles se enfrentaron en una final de UCL fue en el 2000, cuando el Real Madrid goléo 3-0 al Valencia.