Monseñor Diego Padrón, presidente de la Conferencia Episcopal venezolana, leyó un documento de la Iglesia Venezolana, en el que condena el derramamiento de sangre y la pérdida de vida de estudiantes, guardias nacionales, hombres y mujeres de Venezuela.
Insiste la Iglesia en el desarme programado y efectivo de los grupos armados de civiles que atienden a un patrón criminal. El cese inmediato de la represión es necesario para iniciar un diálogo que permita que “Venezuela no se siga desangrando”, sumó Padrón.
Monseñor Padrón saludó además la mediación del Vaticano en el conflicto que vive Venezuela y llamo a todos los católicos y laicos a aprovechar los días santos para orar por la paz y llevar la caridad a los venezolanos que más necesitan. Al lado del Presidente de la CEV, estaba el Cardenal Jorge Urosa Savino, Prelado de la Iglesia Católica venezolana.
En el texto destacó que “la causa de la crisis está en el Plan de la Patria”, texto aprobado por la Asamblea Nacional. Explicó que este proyecto representa “restricciones a las libertades ciudadanas”.
Reclamó Padrón que “el Gobierno se equivoca al querer resolver la crisis por la fuerza” y resaltó que “la represión no es el camino”. Para la Iglesia, “la salida de la crisis es el diálogo sincero” por parte del Ejecutivo y oposición.