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Asesinó y desmembró a su novia por celos en Barinas

(A Todo Momento) — En Socopó, municipio Sucre del estado Barinas, un hombre asesinó a su novia por celos, la golpeó fuertemente en la cabeza, la desmembró para intentar ocultar el crimen y tiró sus restos dentro de un saco para luego esparcirlos por la carretera. Noticiero Digital

La mañana del 4 de junio en el barrio Terrazas del Marqués de la capital sucrense en sitios diferentes entre las calles 18 y 19, con tan solo una cuadra de distancia, vecinos de la zona encontraron unas partes del cuerpo de la víctima y en la tarde el restante. Desde ese mismo momento los funcionarios de la policía científica de la subdelegación Socopó emprendieron profundas y arduas pesquisas logrando en tiempo record esclarecer el caso y capturaron este 12 de junio a “El Monstruo de Socopó” en la carrera 11 del sector Esmilta Camejo, por ser el autor intelectual y material del brutal hecho.

La pesadilla vuelta realidad que tuvo un desenlace sangriento y espantoso inició pocas horas antes del terrible hallazgo por un baile con otros, de acuerdo a la serie de averiguaciones realizadas por los efectivos de la División de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.

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La jovencita, quien era de Santa Bárbara, municipio Ezequiel Zamora tenía un romance con el victimario José Gregorio García Peña, de 21 años de edad, alías “El Goyo” -quien fue cabo de la FANB y ahora carnicero-, y por el amorío de vez en cuando viajaba a Socopó, siendo su última escapada el fin de semana del 3 de junio, día que pasó de ser color de rosa a un terrorífico crimen.

Ese domingo la parejita se fue a una discoteca llamada Bajo Cero, y al parecer en medio del relajo la adolescente bailó con otros hombres, lo que no le gustó a su novio, quien se molestó pero luego siguieron tomando. A simple vista, todo había quedado como un impase del momento y sin imaginarse en lo que terminaría esa corta discusión pasional salieron del lugar hacia la residencia de “El Goyo”.

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Al llegar a la vivienda, los tragos continuaron acompañando a la pareja, y al cabo de pocos minutos en un arranque de celos y cegado por la rabia el criminal agarró a la jovencita, le perpetró a sangre fría con una piedra en la cabeza y le ocasionó una fractura en el cráneo que la dejó sin signos vitales en el sitio.

Ese solo era el principio de la película de terror, pero que no fue ciencia ficción, sino en la vida real, cuando “El Monstruo de Socopó” viendo muerta a quien había sido su novia, optó por cometer una sanguinaria acción para no dejar rastros y empezó a desmembrarla usando un cuchillo y un serrucho, para seguidamente meterla en un tobo que tenía en la casa mientras que decidía que hacer.

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IBA A ENTERRARLA EN EL PATIO
En medio de los maquiavélicos pensamientos, el plan A que tuvo el criminal fue buscar una pala y escavar un hueco en el patio para enterrar el cuerpo en pedazos, pero esto no le funcionó porque la tierra estaba dura y no pudo continuar.

Al día siguiente, puso en marcha un plan B para ocultar el monstruoso final que le dio a la persona de quien recibió amor y él le pagó con sangre. Paso a paso cumplió lo que predestinó hacer, agarró los restos mutilados del tobo y los metió en unos sacos, de esa manera cumplió la fase inicial. Muy temprano para no correr el riesgo de ser descubierto salió de la casa cargando uno de los bultos y lo dejó tirado en calle del barrio Terrazas del Marqués, luego regresó a la vivienda y buscó el restante del cuerpo, el cual llevó en un segundo viaje y tiró el saco a una cuadra distancia del primero, ambos quedaron entre las calles 18 y 19 de la comunidad.

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Para el momento del hallazgo la víctima no portaba ninguna identificación, que permitiera saber de quien se trataba. Ante el dantesco hecho la noticia corrió por toda la localidad sucrense, causando terror, indignación, rabia e impotencia en los habitantes, quienes se quedaron en shock y con los pelos de punta por el brutal asesinato.

La información trascendió a otras localidades y en Santa Bárbara seres queridos de la víctima se enteraron de lo sucedido y como pasaban los días y la muchacha no aparecía se trasladaron hacia el Cicpc en Socopó, en donde les manifestaron que debían acudir a la morgue y reconocieron a la adolescente por la vestimenta y características fisionómicas.

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