El papa Francisco recibió este lunes en audiencia a los miembros del comité organizador de las Jornadas Mundiales de la Juventud católica (JMJ) celebradas en Río de Janeiro en julio del año pasado.
En su discurso de bienvenida, el papa argentino llamó cariñosamente a los cariocas “ladrones” ya que, dijo, “robaron mi corazón” durante los cinco días que duraron las Jornadas, del 23 al 28 de julio, según una nota de prensa del Vaticano, según reseña la agencia EFE.
“Después de nueve meses de mi inolvidable viaje a Brasil, donde fui recibido con los brazos abiertos por el pueblo carioca, siento una alegría especial acogiendo a este grupo”, declaró Bergoglio.
A esta representación, encabezada por el cardenal brasileño Dom Orani Tempesta, Francisco aseguró que con su trabajo durante esos días “hicieron posible que el amor de Dios tocase, literalmente, el corazón de millones de personas”.
El papa destacó los “esfuerzos” y “sacrificios” realizados por cada uno de los voluntarios presentes en Río de Janeiro, en las que fueron las primeras y, hasta las próximas (Cracovia, 2016), únicas Jornadas Mundiales de la Juventud en las que participó Francisco.
“Cuando Jesús pidió a sus apóstoles que dieran de comer a la multitud, estos sabían que eso era imposible. Sin embargo, fueron generosos. Dieron al Señor todo aquello que tenían. Y Jesús multiplicó sus esfuerzos. ¿No es precisamente eso lo que ocurre en las Jornadas?”, aseveró.
Francisco animó a repetir las Jornadas “todos los días, en cada parroquia, en cada comunidad, en el apostolado personal de cada uno”, y puso como ejemplo a seguir al brasileño recientemente declarado santo José de Anchieta para seguir “con coraje y alegría” a Cristo.
El papa argentino reiteró a la delegación su agradecimiento y despidió a sus miembros con su conocida petición para que “nunca dejen de rezar por mí”.