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ORGANIZACIONES SOCIALES BRASILEÑAS PROMETEN PROTESTAS DURANTE MUNDIAL

Las organizaciones sociales brasileñas prometen protestas durante todo el Mundial que comienza el 12 de junio en Brasil, justo un año después de que millones de personas salieran a las calles para reivindicar mejoras sociales coincidiendo con la celebración de la Copa Confederaciones.

Bajo las consigna “No va a haber Mundial” o “FIFA go home”, diferentes grupos y movimientos sociales han convocado en los últimos meses movilizaciones a través de las redes sociales contra la organización de la competición y sus elevados gastos, aunque, por lo general, éstas han sido hasta ahora menos multitudinarias que las del pasado junio.

Pese a la menor afluencia, los movimientos pretenden recuperar el espíritu de las masivas manifestaciones de la Copa Confederaciones y amenazan con nuevas marchas durante la máxima competición futbolística del mundo, que comienza el 12 de junio con el partido inaugural entre Brasil y Croacia en el estadio de Sao Paulo.

El Gobierno brasileño, sin embargo, dijo estar “preparado” para las protestas y expresó su convicción de que éstas tendrán menos envergadura que las del pasado año y no contarán con el apoyo de millones de personas, como ocurrió entonces.

“Nuestra sensación es que las manifestaciones serán menores, pero estamos preparados para todo”, afirmó el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, quien precisó que el año pasado, a diferencia de éste, las protestas “no estaban en las previsiones” del Gobierno.

Sin embargo, las autoridades no sólo deberán lidiar con las protestas organizadas contra el Mundial de fútbol, sino también con las marchas convocadas por diferentes colectivos y sindicatos que han aprovechado la expectativa mediática generada en torno al evento para exponer sus reivindicaciones particulares.

El Mundial ha ofrecido la posibilidad a algunos movimientos populares a conseguir que su bandera histórica tengan visibilidad. Durante la Copa Confederaciones comenzaron de alguna manera y con la llegada del Mundial los movilizaciones toman un cuerpo mayor. Se producen casi a diario”, dijo el sociólogo Emerson Ricardo Girardi, profesor de la universidad brasileña FAAP.

Docentes, policías, conductores de autobús, universitarios, indígenas y “sin techo”, entre otros, han intentado presionar a las autoridades con protestas y huelgas a las puertas del torneo, que congregará a 32 selecciones y a unos 600.000 turistas extranjeros.

Una de las paralizaciones más importantes fue la protagonizada por los conductores del servicio público de autobús de varias ciudades de Brasil, entre ellas las mundialistas Río de Janeiro, Sao Paulo y Salvador, que dejaron a decenas de miles de pasajeros sin transporte.

La ola de huelgas promete mantenerse y los operarios del Metro de Sao Paulo, la mayor y más poblada ciudad de Brasil, anunciaron una paralización el 5 de junio, un día antes del partido amistoso entre Brasil y Croacia en la capital paulista y una semana antes del inicio Mundial.

Ante el esperado escenario de protestas y huelgas, el Gobierno reiteró que las manifestaciones pacíficas serán permitidas, aunque precisó que no se tolerará la violencia.

“No se pueden aceptar abusos ni violencia, sea de manifestantes o de policías”, declaró Cardozo, quien admitió que el año pasado las fuerzas del orden cometieron “excesos” que fueron condenados por organismos de derechos humanos nacionales y extranjeros.

Unos 13.000 policías han sido entrenados para actuar en manifestaciones, las cuales, durante la Copa de las Confederaciones, acabaron con enfrentamientos generalizados entre la policía y algunos grupos de manifestantes.

Texto EFE.