El Papa Francisco y Barak Obama, presidente de los Estados Unidos, se reunieron el día de ayer en el Vaticano para conversar sobre temas como la pobreza y la paz.
La reunión duró 50 minutos —20 minutos más de lo que estaba previsto—. Al llegar el presidente a la Santa Sede, fue recibido por el prefecto de la misma, Georg Genswein, junto a otros cardenales.
En el Palacio Apostólico lo esperaba el Papa, quien al ver a Obama le dio un caluroso saludo “Welcome Mister President”, saludó el pontífice —quien suele hablar muy poco en inglés—. Asimismo el mandatario estadounidense respondió, “gracias por recibirme. Soy su gran admirador. Es maravilloso poder conocerlo y estar aquí“, también en inglés.
La reunión se llevó a cabo a puerta cerrada y contó tan sólo con dos traductores para el perfecto entendimiento del Papa y del presidente.
Obama estaba muy interesado y entusiasmado por realizar este encuentro con un Papa que hace el llamado a la igualdad y a ayudar a los más necesitados, “El Papa nos desafía. Nos implora a darnos a la gente, a las familias, a los pobres. Nos invita a detenernos y a reflexionar sobre la dignidad del hombre. Llego a Roma para escucharlo”.
Al finalizar la reunión privada se abrieron las puertas y el Papa Francisco le regaló al mandatario unas monedas de su pontificado.