Diez activistas de grupos que promueven protestas contra el Mundial de fútbol Brasil 2014 fueron conducidos a comisarías de policía de Río de Janeiro para ofrecer aclaraciones para una investigación penal, informaron hoy voceros de esas organizaciones sociales.
Los militantes fueron liberados tras ser interrogados en un proceso en el que se investiga la compra irregular de fuegos artificiales utilizados en una manifestación ocurrida a comienzos de este año, informó el grupo Anonymous Río en sus páginas en las redes sociales.
Entre los convocados figura la estudiante Elisa de Quadros Pinto Sanzi, conocida como “Sininho” y que se destacó por su activismo en diferentes protestas el año pasado y por ser considerada una de las líderes de los “Black Block”, grupo cuyos militantes se caracterizan por acudir a las protestas encapuchados y apoyar la violencia en las manifestaciones.
La Policía Civil del estado de Río de Janeiro informó de que cumplió una orden judicial que determinó el encaminamiento de los militantes a la Comisaría de Represión a los Crímenes de Informática y allanamientos en 17 residencias para la búsqueda de pruebas.
Fuentes de la policía dijeron que los diez militantes están vinculados a los Black Bloc y que la investigación judicial se refiere a la práctica de actos violentos durante manifestaciones.
Algunos militantes de Los Black Bloc también son investigados por su posible responsabilidad en la muerte del camarógrafo Santiago Andrade, ocurrida en febrero pasado cuando cubría una manifestación en el centro de Río de Janeiro.
El profesional de la red de televisión Bandeirantes murió tras ser golpeado por una bengala lanzada por manifestantes cuando trabajaba cubriendo una protesta en Río de Janeiro contra la subida de las tarifas de los autobuses municipales.
Los dos jóvenes presos por el ataque al camarógrafo pertenecen a los grupos que participaron en las manifestaciones por mejores servicios públicos que sacudieron a Brasil el año pasado, entre las cuales las convocadas contra los altos gastos del Gobierno en el Mundial que comienza mañana.
Pese a que las protestas contra el Mundial han perdido fuerza en las últimas semanas, figuran entre las principales preocupaciones de las autoridades responsables por garantizar la seguridad durante el evento, que se extiende hasta el 13 de julio en doce ciudades brasileñas.
El Gobierno brasileño ha dicho que tolerará las manifestaciones desde que no sean violentas ni amenacen los estadios en que se disputarán los partidos mundialistas ni la locomoción de los aficionados.
Texto EFE.