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Chichiriviche y sus inquilinos inesperados

Johanna Gutiérrez adora viajar a Chichiriviche en vacaciones, este es uno de los pueblos más visitados del estado Falcón a razón de sus magnífica variedad de playas y deliciosa comida.

 La travesía a Chichiriviche y sus sabores

El mejor camino a Chichiriviche es desde Valencia Edo. Carabobo, agarrando la autopista a Puerto Cabello, de cuarenta minutos a una hora después se llega  hasta el Palito, tramo de la cocina playera digno de mención. El Palito es una de las paradas más deliciosas en cuanto a comida de camino se trata, numerosos kioscos luchan por el título de las mejores empanadas, las mejores arepitas dulces con queso o el más sabroso pescado frito con tostones y ensalada. Uno u otro busca ventaja en esta cerrada competencia sacando directo del sartén especialidad tras especialidad.

Con el estómago lleno toca seguir el camino. Hay que tomar la vía de Tucacas, veinte minutos más tarde a los lados de la carretera aparece una gran fábrica de procesamiento petroquímico, que en la noche le inyecta al paisaje un algo de película de ciencia ficción. Tras Tucacas y Sanare de la costa se alcanza una intersección, por la izquierda se agarra para Coro y por la derecha a Chichiriviche.

Inquilinos inesperados

De la intersección al pueblo, durante esos diez minutos de carretera recta los curiosos tienen la oportunidad de descubrir una maravilla ampliamente ignorada. Sólo hace falta orillarse un momento, asomarse entre los matorrales hacia la lagunas de agua salada, para vislumbrar altas aves de rosado plumaje, con mirada pausada y rara sonrisa en su ancho pico curvo: flamencos.

Este espacio con miradores de antaño lleva el nombre de Refugio de Fauna Silvestre de Cuare. Grandes grupos de las largiruchas aves comparten el sitio con numerosos tipos de garzas y con el nativo cangrejo azul. Los pescadores, atraídos por los mismos camarones que los pájaros, suelen encontrarse en faena durante todo del año. Si la suerte acompaña a los viajeros y se topan con algún pescador de camarón, que no se malgaste la oportunidad para conocer más de la fauna y comprar los frescos frutos de mar.

Hora de sol y arena

El aroma a mar marca la llegada a Chichiriviche. Aunque es común poseer o alquilar inmuebles para la estadía en la zona,  cómodas posadas ofrecen sitio de descanso con promesa de templada agua salada a la distancia de una corta caminata.

Para aquellos que quieran disfrutar de alguno de los magníficos cayos que le dan fama a esta zona de Falcón a continuación una lista de los más recomendados:

  • Cayo Sombrero, con la peculiar forma que sugiere su nombre goza de excelentes platos de comida sabrosa, arena blanca, y agua cristalina.
  • Cayo Pelón, sin una mata a la vista cuando la marea está alta este cayo se transforma en un paisaje de milagro donde la gente parece caminar sobre el agua por el bajo nivel de la misma. Entre ellos se mueven numerosos vendedores con cavas para satisfacer cualquier antojo de los improvisados santos.
  • Cayo Peraza, el mejor para observar algo de la fauna marina con snorquel a pesar de carecer de los corales que soportan esta práctica.
  • Cayo Muerto, en donde se puede acampar con un permiso de Imparques y gozar de los misterios del mar por la noche.

  • Sin necesidad de andar zanqueando

La playa con el nombre de Chichiriviche, la misma que bordea el pueblo, tiene muy poco que envidiarle a los cayos. Es poco profunda, a más de diez metros de la orilla los niños aún pueden andar con tranquilidad.

En el mismo centro, a la orilla del agua, se encuentra la casa de una extranjera. Nadie sabe a ciencia cierta si es holandesa, francesa o alemana. Lo cierto es que tanto la información para llegar a los cayos, como los toldos, las sillas y los antojos playeros para cualquier paladar; sea pargo frito con limón, tostones con queso y ensalada o sancocho de pescado fresco, se encontrarán a la puerta de su curiosa morada.

E viaje y la estadía en Chichiriviche ofrece mucho más de lo que suele pensarse. Un sitio especial para disfrutar de la llamada del mar y de nuevas experiencias.