El diseñador francés, Jean Paul Gaultier, se ha destacado entre sus colegas por incluir el desenfreno y revuelo en sus pasarelas, esta vez lo hizo con una “invitada de honor”, la famosa cantante barbuda a quien escogió de modelo, Conchita Wurst.
La “mujer barbuda” en realidad es un hombre con cabellera y maquillaje femenino, que luce una imagen que causa impresión porque se deja la barba espesa, poniendo en shock a quienes lo miran con su deslumbrante figura.
La fama de la polémica mujer nació tras ganar el Festival de la Eurovisión, donde resaltó entre el resto de los concursantes. Su disco aún no ha salido al mercado pero su presencia ante el público ha sido avasallante, tanto siendo protagonista en fiestas del orgullo gay como siendo modelo y musa del Gaultier, quien ha hecho público su amor por esta artista austriaca.
El cierre del desfile fue, como siempre, con un vestido de novia, mismo que enfundó Conchita. Se trató de una pieza elaborada en negro, oro y rojo, colores que, según explicó el modisto, representan oscuridad, sangre y lo místico. La prenda, inspirada en un castillo embrujado, fue portada con gallardía por Conchita, quien lo movió en círculos ante los fotógrafos.
Con información de: El Universal México.