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Crítica de “Hasta que el cuerpo aguante”

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María Parra – Cuando de comedias de borracheras se trata, es habitual que lo primero que venga a nuestra mente es un grupo de hombres tirados en una habitación con todo un desastre a su alrededor, sin embargo “Hasta que el cuerpo aguante” protagonizada por Scarlett Johannson junto a Kate McKinnon, Jillian Bell, Ilana Glazer y Zoë Kravitz trata de romper ese estereotipo, porque vamos, las mujeres también nos emborrachamos y tenemos nuestras noches dignas ( y no tan dignas) de ser contadas.

No es usual encontrarse con una comedia escatológica protagonizada por mujeres, pero este nuevo filme rompe con ese molde tradicional y nos trae un aire fresco en este tipo de películas, que si bien no es la comedia del año, logra superar a muchas del verano pasado (un año donde el humor no lo pasó muy bien).

Su planteamiento recuerda mucho a Very Bad Things pero sin tanta sangre en pantalla, es una mezcla entre su base y el desastre que vimos en ¿Qué pasó ayer?, aunque nunca sin ser mucho de ambas. Hasta que el cuerpo aguante nos presenta a un grupo de amigas que se reúnen luego de mucho tiempo para la despedida de soltera de una de las chicas del grupo, sin embargo la celebración se ve afectada cuando las cosas se tuercen en un rotundo desastre.

Utilizando las armas básicas del humor americano

¿Qué es lo que jamás falta en una comedia estadounidense? Drogas, frases de doble sentido por doquier y malas, pero malas decisiones; estas son las armas que utiliza la directora y guionista, Lucia Aniello, para sacarnos una sonrisa con una Scarlet que se nos hace diferente al verla desenvolviéndose dentro de una comedia.

Las carcajadas son relativas, sí hay momentos para sonreír que salen naturalmente y otros, ya dependerán de tu tipo de humor o que tanta expectativa tengas en el filme. Lo que sí no se encuentra en la película, es alguna ocurrencia diferente que nos haga recordarla, si bien no es una película que nos hace perder el tiempo, no es ese tipo de filmes con momentos inolvidables o icónicos que nos hacen reír incluso días después de verla.

La ausencia del enganche inicial

El pecado de “Hasta que el cuerpo aguante” recae en su inicio,  que con cada segundo que pasa se nos hace eterno, tanto que puede que algunos desistan de verla en sus primeros minutos, pero es cuestión de tenerle un poco de paciencia, sin embargo choca totalmente para el espectador que la mejor noche de estas chicas se convierta para muchos en una escena que nunca parece llegar a tener fin por lo pesada que se torna.

Hay dos personajes que resaltan por gastar la paciencia del público, los interpretados por Jillian Bell  y Kate Mckinnon, ambas actrices que nos han sacado más de una sonrisa, especialmente Kate con la inolvidable parodia que hizo del drama lésbico Carol, pero acá se vuelven personajes construidos porque sí con chistes innecesarios y tontos que no dan resultado.

Perspectiva distinta

El filme es entretenido de ver porque entre su desarrollo y desenlace comienzan a mejorar las cosas (para los espectadores, no para las chicas), además de que nos da una perspectiva diferente, puesto que podríamos decir que es la primera comedia para adultos de un gran estudio dirigda por una mujer en poco más de 20 años.

Mírala para pasar una noche divertida, soltarás un par de carcajadas, pero te aseguro no es el tipo de película que recordarás por la mañana.

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