Inicio > Venezolanos dedican 58% de sus ingresos a comprar comida

Venezolanos dedican 58% de sus ingresos a comprar comida

El incremento de los sueldos nunca ha podido ganarle la carrera a la inflación. Las recientes cifras del Banco Central de Venezuela permiten corroborar que no solo los bienes están más caros, sino que los venezolanos cada vez pueden comprar menos.

Henkel García, director de la firma Econométrica, señala que la inflación anualizada registrada en el grupo alimentos y bebidas no alcohólicas (91%) ha sido mayor que el aumento del salario mínimo durante el mismo lapso.

“Esto quiere decir que el poder de compra frente a la comida disminuyó 10% con respecto a 2013”, señaló. Si se toma como referencia octubre de 2012, año electoral, el sueldo mínimo compra hoy 30% menos alimentos.

El Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM) calcula que la variación de la canasta básica en agosto fue de 98% con respecto al mismo mes el año anterior, cifra cercana a la publicada por el BCV.

El director de la organización, Oscar Meza, indicó que el aumento de precios ha hecho que las familias venezolanas destinen 58% de sus ingresos a la compra de comida.

“Casi 80% de los ingresos se van en alimentos, vivienda y servicios públicos”, detalló. El resto es destinado a educación pública, vestido y calzado, artículos de higiene y limpieza del hogar y salud.

El propio Instituto Nacional de Estadística reconoció el incremento en los alimentos. En mayo el monto de la canasta alimentaria normativa ­4.448,56 bolívares­ superaba por 197 bolívares el salario mínimo autorizado por el gobierno ese mismo mes. También mostró que en los primeros 5 meses del año el costo de los alimentos básicos subió 33,8%.

Se calcula que 60% de los trabajadores del sector formal ganan salario mínimo. De acuerdo con la última cifra del INE, correspondiente a julio, la cantidad de ocupados en el sector formal asciende a 7,8 millones de personas.

 Aumento forzoso. Para frenar la inflación, el gobierno ha optado por fijar los precios de algunos productos básicos. Sin embargo, el incremento de los costos de producción obligó al gobierno a revisarlos, aunque no con la periodicidad que requiere la industria.

Entre abril y mayo la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos publicó en su página web los nuevos precios de cuatro productos: pollo, arroz, azúcar y compotas. También aumentaron otros rubros controlados, pero no se han emitido resoluciones.

García explicó que los controles de precio en cualquier país del mundo traen escasez y mercado negro. Como el gobierno tiene una política de revisión de precios, los productos regulados desaparecieron de los anaqueles. Señaló que ese rezago en los costos condujo a que ahora la flexibilización del precio deba ser más significativa.

Con este problema coexiste la falta de insumos, derivada del control cambiario y de la caída de la producción nacional, que impiden que las empresas puedan garantizar la disponibilidad de sus productos. “La harina de maíz precocida tuvo un incremento rezagado relativamente importante, pero igual tiene problemas de escasez”, dijo García.

El INE registró que para mayo el incremento de precio en los productos regulados de la canasta alimentaria normativa presentó una variación de 5,02%, mientras que los no regulados subieron 7,06%.

Otros gastos

Aunada con el alza espontánea de los bienes y servicios, desde el 30 de agosto 11 productos de cuidado personal y limpieza del hogar presentaron variaciones de precios, autorizados por la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos.

García señaló que el peso de estos productos en el índice que mide el BCV es pequeño y está incluido en el grupo de bienes y servicios diversos, que en agosto registró una inflación de 3,8%. De acuerdo con el experto, este grupo tiene 5,8% de peso dentro de la canasta del INPC.

Del 60,9% de inflación anualizada registrada hasta mayo, 1,94 puntos fueron aportados por los bienes y servicios diversos“, dijo el directivo. Aunque el impacto de estos productos en el índice es bajo, en los bolsillos pesa mucho más.

Meza afirma que las familias venezolanas destinan 4,5% de sus ingresos a la compra de productos de higiene y limpieza, lo cual se traduce en 963,43 bolívares para una familia de 5 miembros en la que 2 son adultos. Debido al congelamiento de precios, este grupo ha mostrado un incremento de 22% en sus precios en 12 meses, una de las variaciones más bajas dentro de la canasta básica. Sin embargo, con las recientes resoluciones de la Sundde el costo de estos artículos se llevará una porción más grande del presupuesto.

Las más afectadas son las personas de menos recursos, ya que la mayor parte de su presupuesto está destinado al consumo primario: alimentos, servicios y bienes de primera necesidad”, indicó el experto en finanzas personales Asdrúbal Rivas.

Añadió que los aumentos de precio inciden también ­y como nunca antes­ sobre el nivel de vida de la clase media debido a que los salarios no han aumentado al mismo ritmo. “El BCV no refleja toda la inflación que se siente en la calle”, dijo.

El Nacional