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Alta inflación es consecuencia de una “política económica deficiente”

El aumento del salario mínimo es consecuencia de una deficiente política económica y es un reconocimiento de que la capacidad de compra de los venezolanos ha disminuido considerablemente, de acuerdo con el profesor de Políticas Públicas e instructor del departamento de Análisis Económico, Político y de Planificación de la UCV, Xavier Valente. 

El académico destacó como importante rescatar la producción nacional mediante la reactivación del aparato productivo, puesto que la consecuencia ha sido una mayor necesidad de importar.

“Tradicionalmente un aumento salarial era consultado con los sindicatos y gremios empresariales en una comisión tripartita, pero desde la llegada del Gobierno Bolivariano se ha hecho de manera unilateral”, dijo. También acotó que algunos analistas vinculan el aumento del salario mínimo con las presiones de la opinión pública por el incremento de 45% en los salarios de los militares.

Valente prevé que si no se realizan los correctivos necesarios en las políticas económicas serán necesarios aumentos adicionales en el salario mínimo, convirtiéndose la situación en un círculo vicioso de inflación y aumento de sueldos, sin generar verdaderas mejoras económicas para los venezolanos.

Enfatizó que las regulaciones de precios en algunos bienes y servicios han sido medidas que no han logrado su objetivo de frenar la inflación, sino que, contrariamente, han estimulado el desarrollo de un conjunto de mecanismos perversos que han contribuido con la escasez.

Recalcó que el incremento del sueldo mínimo tiende a solapar los tabuladores salariales de las instituciones públicas, por lo que se requiere de aumentos generales que eviten este tipo de inequidades. Adicionalmente, expresó que se observa un rezago en las remuneraciones de los niveles más altos de las escalas salariales en el sector público, así como poca distancia entre el salario de un nivel y otro en el tabulador.

Valente concluyó que no es posible concebir el aumento en el salario mínimo como un logro de la gestión del gobierno, sino como la consecuencia lógica ante una política económica que no logra estimular la producción nacional mediante la reactivación del aparato productivo, con lo que se refuerza el estilo importador de la economía y se profundiza la dependencia del ingreso petrolero. 

El Nacional.